Respiro en Casa de Campo
En la inmensidad de Casa de Campo, el viento acaricia mi rostro y me llena los pulmones con su frescura. El canto de los pájaros se mezcla con el rumor del río, creando una sinfonía natural que me sumerge en un estado de paz y conexión con la naturaleza. La vida fluye aquí en armonía, como si el tiempo se detuviera para permitirme saborear cada instante.