La historia del vino en Argentina
Queridos lectores,
En el mundo hay muchas cosas de las que maravillarse y una de ellas es la ruta del vino en Argentina. No solo por sus increíbles paisajes, sino también por su larga e interesante historia.
Los viñedos argentinos tienen más de cuatro siglos de existencia, pero fue a mediados del siglo XIX cuando se inició la producción masiva gracias a la llegada de inmigrantes europeos. El principal impulsor fue Domingo Faustino Sarmiento, quien creía firmemente que el país debía desarrollar una industria vitivinícola para dejar atrás su dependencia económica con Europa.
Mas allá de los problemas sociales y políticos vividos durante años, hoy en día los vinos argentinos son reconocidos internacionalmente por su calidad y sabor único. La ruta del vino atraviesa varias provincias como Mendoza, Salta o San Juan y cuenta con cientos de bodegas abiertas al turismo donde se pueden degustar diferentes cepas mientras se admira lo mejor que ofrece nuestro país: montañas imponentes, ríos caudalosos y bosques majestuosos.
Paseando por esta ruta nos encontramos con bodegas antiguas como Zuccardi o modernas como Catena Zapata o Terrazas; cada uno tiene un estilo muy particular para producir sus caldos pero todos comparten la misma pasión: hacer el mejor vino posible.
Para aquellos viajeros amantes del buen comer no hay nada mejor que armar un recorrido gastronómico por las diferentes bodegas. Se pueden encontrar desde platos típicos regionales hasta propuestas más vanguardistas diseñadas por chef reconocidos como Francis Mallmann o Fernando Trocca.
La ruta del vino en Argentina es sin duda un destino turístico imperdible para todos aquellos que aman la buena vida, la cultura y el disfrute de los sentidos. Un lugar donde se puede aprender sobre historia, degustar exquisitos sabores y admirar paisajes indescriptibles.
Las principales regiones vitivinícolas de Argentina
La ruta del vino en Argentina es una experiencia única que todos los amantes del buen beber deberían vivir al menos una vez en su vida. En este país sudamericano, la producción vinícola es uno de sus mayores orgullos y son muchas las regiones que ofrecen verdaderos tesoros para el paladar.Una de las principales regiones vitivinícolas de Argentina se encuentra en Mendoza, donde se produce más del 70% del vino nacional. Aquí, la combinación perfecta entre un clima cálido y seco con suelos adecuados dan lugar a unos viñedos excepcionales. Se trata de una zona donde predomina la uva Malbec, variedad emblemática argentina por excelencia.Otra región destacada se encuentra San Juan, ubicada en pleno valle Calchaquí y rodeado por impresionantes paisajes montañosos. Allí encontramos bodegas históricas que datan del siglo XIX como así también modernas instalaciones con tecnología avanzada para producir algunos de los mejores vinos argentinos.En Salta nos encontramos con viñedos plantados a mayor altura sobre el nivel del mar comparado con otras zonas productoras lo cual le otorga características únicas a sus vinos. En esta región predominan cepas como el Torrontés Riojano y Cabernet Sauvignon. El norte argentino ofrece otra joya dentro la ruta del vino: Cafayate está situado entre dos serranías enormes e impactantes conocidas como Las Conchas y El Arenal formando un paisaje único en todo el mundo. Aquí el vino se ha cultivado desde tiempos precolombinos y las cepas que más se destacan son la Torrontés, Malbec y Cabernet Sauvignon.Otras regiones vitivinícolas de Argentina a tener en cuenta son La Rioja, donde predomina la uva Bonarda; Neuquén ubicada sobre el río Negro con una producción de vinos jóvenes y frescos; Río Negro cuyos viñedos están plantados muy cerca del río homónimo favoreciendo un microclima ideal para ciertas variedades como Pinot Noir.La ruta del vino en Argentina es mucho más que catas de excelentes caldos. En cada bodega, además de degustar buenos vinos, podemos conocer sus procesos productivos así como también disfrutar del arte local e incluso alojarnos allí para prolongar aún mas la experiencia. Además podremos deleitarnos gastronómicamente ya que muchas bodegas ofrecen restaurantes gourmet dentro su propiedad.En definitiva, recorrer las principales regiones vitivinícolas argentinas nos brinda una oportunidad única para conectarnos con lo mejor que este país tiene para ofrecer. Es una experiencia inolvidable tanto para los amantes del buen beber como aquellos viajeros curiosos por explorar nuevas culturas.
Los tipos de uva utilizados para elaborar el vino argentino
Argentina es uno de los países más importantes en cuanto a producción vinícola se refiere, siendo la variedad Malbec su principal representante. Pero no solo se centra en esta uva, ya que existen otras cepas con las que se elaboran excelentes vinos.
La variedad Cabernet Sauvignon también es muy utilizada en Argentina, especialmente en la región de Mendoza. Esta uva da lugar a vinos tintos potentes y con cuerpo que presentan notas frutales y especiadas.
Otra cepa importante es el Bonarda, una variedad autóctona del país y segunda en importancia después del Malbec. Los vinos producidos por esta uva son afrutados, frescos y fáciles de beber.
Por otro lado, encontramos la Syrah o Shiraz como algunas bodegas argentinas la denominan. Esta uva produce unos vinos tintos elegantes con toques picantes e intensidad aromática única.
También existe un gran número de bodegas que apuestan por las cepas blancas como el Chardonnay o Sauvignon Blanc para producir sus caldos. El primero ofrece un sabor cremoso y mantecoso mientras que el segundo destaca por su acidez refrescante acompañado por sabores herbáceos.
Pero sin duda alguna una de las grandes sorpresas en este mundo varietal ha sido el Torrontés Riojano; considerado único e irrepetible debido al clima extremo donde crecen estas viñas hace casi 400 años. Es una uva que produce vinos blancos ligeros, frescos y elegantes con aroma floral intenso.
Aunque no es tan utilizado como en otros países, también se producen vinos rosados con uvas de diferentes tipos. Son muy apreciados por su sabor delicado y sus notas frutales sutiles.
La diversidad de cepas utilizadas para elaborar el vino argentino hace que cada bodega tenga un estilo propio e inconfundible a la hora de su producción. Además, esto permite al consumidor disfrutar de una amplia variedad de opciones para satisfacer todos los gustos y paladares.
El proceso de elaboración del vino argentino
En la región vitivinícola argentina, el cultivo y producción del vino es una actividad ancestral que se ha transmitido de generación en generación. Las uvas son cosechadas a mano y su cuidado es minucioso para obtener una calidad excepcional. El clima y terreno de Argentina proporcionan las condiciones ideales para producir vinos únicos en el mundo.
Los mejores maridajes con los vinos argentinos
La ruta del vino en Argentina es una de las más espectaculares del mundo. Desde la Patagonia hasta el norte, pasando por Mendoza y San Juan se puede disfrutar de paisajes únicos mientras se degustan algunos de los mejores vinos del planeta.
Pero no solo basta con probar un buen Malbec o un Torrontés. Cada plato que acompañe a estos caldos debe ser cuidadosamente seleccionado para lograr el mejor sabor posible. Es por eso que hoy te traigo los mejores maridajes con los vinos argentinos.
Comenzamos con uno de mis favoritos: asado a la parrilla y un buen Cabernet Sauvignon. El intenso sabor de esta carne es perfecto para equilibrar la potencia aromática del vino, creando una experiencia memorable en el paladar.
Si prefieres algo más suave, te recomiendo unos ravioles rellenos de ricotta y nueces bañados en salsa Alfredo junto a un Chardonnay o Sauvignon Blanc bien fríos. La cremosidad y delicadeza del plato son ideales para contrastar con la acidez fresca que caracteriza estos blancos.
Para aquellos amantes de lo dulce, les sugiero probar una tartaleta casera rellena con mermelada artesanal junto a un espumante brut rosado. El toque afrutado resaltará aún más las notas dulces tanto del postre como del licor.
Otra combinación sorprendente es una pizza al estilo italiano acompañada por un Syrah especiado o incluso un Cabernet Franc. La cocción en horno de leña y la variedad de ingredientes te permiten experimentar contrastes únicos entre el sabor salado y la complejidad del vino.
Por último, pero no menos importante, si buscas un maridaje perfecto para una cena romántica, nada mejor que unos medallones de lomo con puré de papas junto a un Pinot Noir. Los taninos suaves del vino realzarán los sabores delicados del plato creando una experiencia sensorial extraordinaria.
Como verás, hay muchas opciones para acompañar tus vinos argentinos favoritos. Solo debes animarte a probar nuevas combinaciones y dejarte llevar por tu paladar. ¡Salud!
Visita las bodegas más destacadas en la Ruta del Vino en Mendoza
El sol se va ocultando tras los viñedos, el cielo se tiñe de un rojo intenso y un aroma a uva invade mis sentidos. Así es la tarde aquí, en la ruta del vino en Mendoza.Comienzo mi recorrido por esta maravillosa región argentina visitando unas de las bodegas más destacadas: Bodega Catena Zapata. Un lugar donde siento que estoy caminando sobre historia y tradición vitivinícola, pero también sobre innovación e investigación de nuevas técnicas para producir vinos excepcionales.La guía nos muestra orgullosa sus instalaciones modernas con una arquitectura asombrosa que mezcla lo antiguo con lo contemporáneo. Me impresiona su cava subterránea inmensa, donde descansan los barriles de roble francés y americano llenos de los mejores vinos argentinos. Nos explican cómo elaboran cada variedad desde la selección rigurosa de cada racimo hasta llegar al proceso final de embotellamiento.Pero no solo me interesa conocer las instalaciones; quiero probar algunos caldos exclusivos para entender mejor su calidad única y diferente respecto a otros países productores ¿pueden competir con Francia? Sin duda alguna ellos están demostrando día a día que sí pueden hacerlo. Tengo el placer degustar Malbecs premiados internacionalmente; tan elegantes como intensos aromas frutales dentro del paladar.Después visito otra bodega emblemática: Bodega Norton ubicada entre montañas andinas majestuosas. Me recibe un sommelier que me invita a hacer una cata de vinos en su terraza, donde disfruto de las vistas panorámicas al valle del río Mendoza. Los vientos frescos y los rayos solares son perfectos para acompañar mi degustación.El ambiente es cálido y relajado; la música clásica se mezcla con el sonido de copas chocando mientras pruebo algunos Malbecs con notas especiadas y toques amaderados. Me siento muy cómodo intercambiando opiniones sobre cada muestra con el experto quien me cuenta también sus experiencias personales en este mundo tan fascinante.Sé que estoy rodeado de paisajes únicos pero no puedo evitar seguir visitando más bodegas como Bodega Salentein o Achaval Ferrer hasta llegar a la última parada: Bodega Kaiken ubicada en Luján de Cuyo, conocida por ser una zona privilegiada para elaborar grandes tintos. Los viñedos están aquí plantados desde hace 80 años por inmigrantes europeos quienes dejaron su legado familiar marcado por amor al trabajo bien hecho.La visita finaliza con una cena maridaje ofrecida por los chefs locales combinando platos típicos argentinos como empanadas o asado criollo junto a unos excelentes Cabernet Sauvignon producidos aquí mismo. La sobremesa nos sorprende mientras compartimos risas e historias mientras brindamos juntos.Este viaje ha sido único e irrepetible, he vivido momentos intensamente placenteros gracias al maravilloso mundo vitivinícola ¿Será capaz Argentina algún día superar a Francia? Solo sé que Mendoza tiene todo lo que necesita para crear vinos de calidad mundial. ¡Hasta la próxima ruta del vino!