Ascendiendo la Torre Eiffel

Mientras ascendía la Torre Eiffel, el viento acariciaba mi rostro y la vista panorámica de París me dejaba sin aliento. Cada escalón era un paso más cerca del cielo, cada mirada hacia abajo una nueva perspectiva. Al llegar a la cima, el horizonte se desplegó ante mis ojos como un lienzo infinito.