EL Blog de Matt el Viajero
Amanece en Montebello con los primeros rayos de sol tiñendo el cielo de tonos rosados y naranjas. El silencio del amanecer es interrumpido por el canto de los pájaros y el murmullo del río cercano. La brisa fresca acaricia suavemente las hojas de los árboles, llenando el aire con un aroma a hierba mojada.
En el corazón de México, Teotihuacan se alza majestuosa como testigo silencioso de una civilización perdida en el tiempo. Sus imponentes pirámides y templos nos transportan a un mundo vibrante y misterioso, donde la grandeza de sus construcciones revela la magnificencia de una cultura ancestral que aún despierta admiración.