Paseando por las ciudades medievales de Polonia

Descubre los tesoros arquitectónicos en Cracovia

De entre las joyas que Polonia ofrece, sus ciudades medievales son sin duda una de las más preciosas. Si bien es cierto que todo el país respira historia y cultura, adentrarse en las entrañas de la Polonia medieval es un viaje fascinante a través del tiempo.

Cracovia, considerada patrimonio cultural por su riqueza histórica y monumental, se alza como una de las referencias turísticas imprescindibles del país. Ciudad universitaria con mucho encanto, la ciudad vieja ha sido declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO desde 1978.

Antigua capital real polaca durante casi cinco siglos hasta finales del siglo XVI cuando fue sustituida por Varsovia; Cracovia tiene un hermoso centro histórico muy bien conservado que dejara al visitante boquiabierto.

Abrirse paso por sus calles empedradas mientras se admira su magnífica arquitectura gótica o renacentista hace sentirse transportado a otra época. El Castillo Real y la Catedral son solo algunos ejemplos del legado monumental artístico e histórico presente en esta maravillosa ciudad polaca.

La Plaza Mayor (Rynek Glowny) es el corazón palpitante de Cracovia. Una plaza amplísima rodeada por edificios bellos mires donde mires con decenas de restaurantes, cafeterías y tiendas para todos los gustos. La torre inclinada como si estuviera escuchando a sus vecinos, es el edificio más emblemático. Desde aquí se accede al casco antiguo de la ciudad.

Una muralla divide los dos barrios principales de Cracovia: El Casco Antiguo y Kazimierz. Este último desempeñó un papel fundamental en la historia judía del país, siendo uno de los mayores núcleos culturales hebreos desde que fueron expulsados por primera vez en el siglo XIII hasta su exterminio durante la Segunda Guerra Mundial.

Caminar por estas calles impregnadas de memoria hace sentir una extraña mezcla entre emoción y nostalgia. Como si las paredes guardaran secretos increíbles que quisieran salir a relucir para explicarnos todo lo vivido en el pasado. Una atmósfera única e irrepetible rodea este distrito histórico polaco donde cada rincón puede ser considerado como una verdadera obra maestra arquitectónica.

Otro punto caliente dentro de esta magnífica ciudad es sin duda Wawel Hill; palacio medieval donde reinaban los reyes polacos desde hace ya varios siglos atrás. La catedral también forma parte del complejo medieval construido sobre una colina con vistas panorámicas impresionantes al resto de la ciudad, especialmente bellas durante las horas doradas del atardecer o bañando las fachadas con luz invernal.

Cracovia además posee otro encanto añadido: Su vida nocturna vibrante y divertida con locales llenos de colorido y buen ambiente que animan a todos aquellos interesados en disfrutarla

La belleza medieval de Wrocław y su impresionante Plaza del Mercado

Wrocław es una ciudad polaca que cuenta con una rica historia y cultura medieval. Es conocida por sus hermosas edificaciones, calles empedradas y plazas llenas de vida. Pero sin duda alguna, la Plaza del Mercado es el centro neurálgico de esta ciudad. Allí se respira la verdadera esencia de Polonia, un lugar que rebosa tradición y encanto.

Al pasear por las calles medievales de Wrocław no sabes donde mirar primero: hacia arriba para admirar los elegantes edificios o hacia abajo para contemplar las preciosas baldosas en forma geométrica bajo tus pies.

Pero sin duda alguna lo más destacable es la Plaza del Mercado: sencillamente magnífica en todo su conjunto. Esta plaza data del siglo XIII, época dorada para Polonia cuando tenia el estatus oficialmente reconocido como reino independiente durante varios siglos antes de pasar a formar parte del Imperio Austrohúngaro.

En medio se alza majestuoso el Ayuntamiento antiguo con 2 torres imponentes que te hacen sentir pequeño ante ellas; allí podrás encontrar tiendas exclusivas, restaurantes delicatessen e incluso espectáculos callejeros que os harán sentir dentro de un cuento medieval.

Además hay varias fuentes decorativas muy interesantes que representan algunas figuras importantes como algunos personajes históricos famosos. Todo esto rodeado además por unas casitas coloridas muy caracteristicas también propias del estilo medieval europeo tan presente en esa región.

Hay que destacar también el puente con los gnomos: sí, con gominolas. Un lugar ideal para sacar fotografías divertidas y llenas de colorido, además en la parte superior del arco principal podrás encontrar varios tipos diferentes de gnomos repartidos por todo el conjunto del puente.

Os recomiendo terminar vuestra visita a Wrocław subiendo al mirador de la Catedral de San Juan Bautista donde se puede disfrutar una vista panorámica impresionante desde las alturas hacia toda la ciudad entera. Os dejará sin aliento ya que el estilo medieval se hace presente hasta en sus techumbres haciendo sentir como si te hubieses trasladado en un viaje temporal hacia atrás muchos siglos. Si aún no has visitado Polonia es hora de planificar tu próximo destino turístico, seguro no te defraudará.

un grupo de flores rosadas

Paseando por las ciudades medievales de Polonia: La belleza medieval de Wrocław y su impresionante Plaza del Mercado Stephan Frolov@Unsplash

Viaja en el tiempo al visitar las murallas y castillo de Malbork

De repente, te sientes transportado a otra época. Estás caminando por las calles de una ciudad medieval, rodeado de impresionantes estructuras históricas que parecen haber salido directamente de un cuento de hadas. La majestuosidad del castillo y sus murallas te hace sentir pequeño ante la grandeza del lugar.

Te encuentras en Malbork, conocida como Marienburg en alemán. Este asombroso lugar es hogar del Castillo Teutónico más grande jamás construido y declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO desde 1997. Es difícil imaginar lo que debió ser vivir aquí hace siglos atrás.

Paseando por las calles empedradas, observas los edificios antiguos con techos rojos inclinados hacia abajo; allí donde comienza el agua se levanta este increíble monumento gótico lleno de detalles que no puedes dejar pasar desapercibidos: cada rincón cuenta una historia diferente.

Incluso cuando piensas que has visto todo lo posible dentro del recinto amurallado, hay aún mucho más para explorar fuera: paisajes naturales hermosos e imponentes ruinas están esperándote para seguir descubriendo este fascinante país.

No olvides perderte entre la multitud mientras paseas por las plazas históricas o disfrutas algún platillo tradicional polaco acompañado con Wódka (vodka), bebida emblemática del país

Admira la majestuosidad gótica del Castillo Real de Varsovia

Las ciudades medievales de Polonia son un verdadero tesoro para los amantes de la historia y la arquitectura. Recorrer sus calles empedradas, admirar sus edificios centenarios y conocer su cultura es una experiencia que no se puede perder.

Pero si hay un lugar que destaca sobre todos los demás en Varsovia, ese es el Castillo Real. Su imponente estructura gótica deja sin aliento a cualquier visitante que tenga la suerte de contemplarlo.

El origen del castillo se remonta al siglo XIV, cuando fue construido como residencia real por el rey Kazimierz III Wielki. Con el paso del tiempo sufrió varias remodelaciones y ampliaciones hasta llegar a convertirse en lo que es hoy: uno de los principales símbolos de Varsovia.

La visita al interior del castillo permite adentrarse en diferentes épocas históricas gracias a las numerosas exposiciones permanentes y temporales que acoge. Además, también se pueden ver algunas estancias originales con su mobiliario antiguo intacto.

Pero sin duda alguna, lo más impresionante del Castillo Real es su fachada exterior. Desde allí se puede disfrutar de unas vistas espectaculares tanto del propio edificio como de toda la ciudad vieja.

A pesar de haber sido dañado gravemente durante la Segunda Guerra Mundial, el castillo fue reconstruido meticulosamente respetando cada detalle original según documentos e ilustraciones antiguas conservados por historiadores, siendo hoy en día una obra de arte arquitectónica y cultural.

En resumen, visitar el Castillo Real de Varsovia es un viaje en el tiempo, una oportunidad única para conocer la historia de Polonia a través de uno de sus monumentos más emblemáticos. Si tienes la posibilidad, no te lo pierdas.