Descubriendo la Sierra de la Estrella
Queridos lectores, hoy os hablaré sobre un lugar mágico que he descubierto recientemente. Se trata de la Sierra de la Estrella en Portugal, una región repleta de joyas ocultas que merecen ser descubiertas.
Esta sierra es el punto más alto del país vecino y se encuentra situada en el centro-norte del mismo, a unos 300 kilómetros al norte de Lisboa. Su nombre significa ‘sierra estrellada’ y se debe a las numerosas formaciones rocosas que parecen estrellas cuando son iluminadas por los rayos del sol o la luna.
Pero lo realmente fascinante de este lugar es su belleza natural y sus paisajes espectaculares. La sierra está cubierta por extensos bosques naturales donde encontramos ríos cristalinos, cascadas impresionantes y montañas nevadas durante gran parte del año.
Aquí podemos encontrar algunos pueblos con encanto como Manteigas o Sabugueiro, donde podremos disfrutar de una gastronomía única basada en productos locales como quesos artesanos o embutidos caseros. También podemos visitar algunas bodegas locales para degustar vinos regionales elaborados con uvas autóctonas.
Pero sin duda alguna, uno de los lugares más impresionantes que podemos encontrar aquí son las Fraga da Pena Waterfalls. Este conjunto fabuloso cuenta con varias cascadas emplazadas en pleno corazón del bosque atlántico portugués: Falsa Prensa, Moinho da Ribeira y Torre. Son lugares que dejan sin palabras al visitante por su belleza natural.
La Serra de la Estrella es también famosa por sus actividades deportivas, como senderismo o esquí en invierno. Por ello cuenta con numerosas rutas señalizadas para realizar a pie, bicicleta o incluso a caballo. Además el parque regional de la sierra de La Estrella ofrece un amplio abanico de posibilidades para los amantes del turismo activo: desde escalada hasta paseos en globo aerostático.
En definitiva, La Sierra De la Estrella es un lugar donde se combinan historia, cultura y naturaleza creando una atmósfera única e inolvidable para el viajero que busca experiencias auténticas. Un destino perfecto tanto para aquellos aventureros que buscan emociones fuertes como para quienes desean encontrar paz y tranquilidad lejos del bullicio urbano.
La belleza natural del Parque Nacional de Peneda-Gerês
El Parque Nacional de Peneda-Gerês es uno de los secretos mejor guardados del interior de Portugal. Entre sus montañas, ríos y bosques se encuentra una belleza natural que cautiva a todo aquel que la visita.Las cascadas son uno de los puntos fuertes del parque. La Cascada Tahiti es una auténtica maravilla, una caída libre desde la cima hasta el fondo en un remanso cristalino rodeado por rocas cubiertas de musgo. El agua fluye con fuerza y furia, como queriendo mostrarnos su poderío ante nuestros ojos.Pero si lo tuyo son las rutas a pie, no puedes perderte el sendero PR1 – Trilho do Rio Homem. Este camino transcurre junto al río Homem y te lleva por unos paisajes increíbles: grandes rocas pulidas por el agua, árboles gigantescos que parecen cobijarte bajo su sombra fresca y humedad en cada recodo.Si prefieres algo más tranquilo pero igualmente espectacular, el Mirador da Pedra Bela es tu lugar ideal. Desde él podrás disfrutar de vistas panorámicas impresionantes sobre toda la región circundante. No olvides llevar contigo tu cámara para capturar todos estos momentos mágicos e inolvidables.También merece destacar la fauna salvaje presente en este entorno natural único. Los corzos pastan tranquilamente cerca del arroyo mientras las aves planean majestuosamente sobre nuestras cabezas buscando su presa diaria o simplemente disfrutando del vuelo.Otro lugar imprescindible es el embalse de Vilarinho das Furnas, cuyos restos no han sido borrados por la naturaleza y forman un paisaje soberbio. Las paredes del embalse son altísimas y parecen casi inaccesibles, como si quisieran proteger lo que hay en su interior de las miradas indiscretas. Este paraje ofrece también unas vistas panorámicas espectaculares.Si te gusta disfrutar de la gastronomía local, debes probar algunos platos típicos como el arroz con cabrito o el famoso cocido barrosão. Todo ello regado con los vinos locales que ofrecen una calidad superior gracias a sus viñedos cultivados en altura.En resumen, Parque Nacional de Peneda-Gerês es un paraíso natural donde podrás encontrar desde cascadas hasta fauna salvaje pasando por rutas a pie o lugares para contemplar todo lo que la naturaleza nos ofrece. Además alójate en pequeñas casitas cerca del corazón del parque y sentirás aún más la experiencia única.
Explorando las aldeas históricas de Monsanto y Sortelha
Las joyas ocultas del interior de Portugal se encuentran en sus pequeñas aldeas históricas, donde el tiempo parece haberse detenido. Dos de estas maravillas son Monsanto y Sortelha, situadas en la región centro del país.
Monsanto es una ciudad fortificada que data del siglo XII, construida sobre enormes rocas graníticas. Sus casitas blancas se encuentran entre entre las rocas, creando un paisaje impresionante. Una vez dentro de la ciudad amurallada, podrás disfrutar de una vista espectacular desde el castillo medieval situado en lo alto.
Pero no solo su belleza natural es digna de admiración; también cuenta con numerosos monumentos como la torre del homenaje o la iglesia matriz. Además, sus calles empedradas están llenas de restaurantes que sirven comida típica portuguesa acompañada por vino local.
Sortelha también tiene mucho que ofrecer. Esta pequeña aldea está rodeada por murallas medievales y torres defensivas que datan del siglo XIII. La vista panorámica desde lo alto te dejará sin habla: los tejados rojos y las calles estrechas crean un ambiente acogedor e íntimo ideal para pasear tranquilamente.
No te pierdas su imponente castillo ni sus diversas capillas e iglesias con exquisitos detalles arquitectónicos barrocos y góticos. Si eres aventurero puedes hacer senderismo por los bosques cercanos a la aldea, y si te apetece algo más cultural puedes participar en las festividades populares que se celebran durante todo el año.
En definitiva, Monsanto y Sortelha son dos joyas ocultas del interior de Portugal que no debes perderte. En ellas encontrarás la tranquilidad y la belleza natural del país junto con una historia fascinante que te transportará a otra época.
Saboreando la gastronomía típica de Trás-os-Montes e Alto Douro
Tras recorrer las increíbles joyas ocultas del interior de Portugal, llegamos a Trás-os-Montes e Alto Douro. Esta zona es conocida por su rica y variada gastronomía que se basa en ingredientes frescos y locales.
Uno de los platos más destacados es el cozido, un guiso caliente que contiene carne, verduras y legumbres cocidos lentamente a fuego lento. Este plato suele ser un clásico en la mayoría de las mesas portuguesas durante los meses fríos.
Otro plato popular es el bacalao con nata, una preparación donde el pescado se cocina junto a cebolla, patatas y nata para crear una cremosa salsa blanca. La combinación perfecta entre lo salado del bacalao y lo dulce de la nata hacen que este platillo sea uno de los favoritos.
Pero sin duda alguna uno de mis platillos preferidos son las tripas à moda do Porto. Un guiso hecho con tripitas (bovinos o cerdos), judías blancas y muchas especias. El resultado final no solo será sabroso si no también contundente.
Sabores dulces
No podemos olvidarnos del postre para aquellos golosos que disfrutan terminar sus comidas con algo dulce. Los pasteles portugueses tienen fama mundial gracias al sabor único logrado gracias al azúcar morena y a la almendra, utilizados en casi todas sus recetas. El pastel de Belém es uno de los más populares.
Los vinos
Otro producto por el que Portugal es conocido son sus exquisitos vinos. En esta zona se producen algunos de los mejores del país gracias a su clima y orografía privilegiada para el cultivo de las viñas.
Dos variedades destacan entre las demás: el Oporto, un vino dulce con una graduación alcohólica mayor al 20%; y el Douro, un tinto intenso con sabor a frutas silvestres perfecto para acompañar carnes rojas o quesos maduros.
Perdiéndose en las callejuelas medievales de Óbidos
El viaje a Portugal fue una experiencia única e inolvidable. Durante mi estancia en el país, pude explorar lugares maravillosos y descubrir sus secretos ocultos.
Uno de los sitios que más me impactó fue la pequeña ciudad medieval de Óbidos. Sus calles empedradas y casas blancas con techos rojos te transportan a otra época, donde la historia se siente viva en cada rincón.
Caminando por estas callejuelas medievales, encontré rincones llenos de encanto y magia. Desde tiendas artesanales con productos locales hasta restaurantes que ofrecen delicioso marisco fresco del Atlántico.
Pero lo mejor estaba aún por venir: mientras caminaba sin rumbo fijo, llegué al Castillo de Óbidos, uno de los monumentos históricos más destacados del pueblo. La fortaleza es impresionante tanto desde fuera como desde dentro: sus muros imponentes nos llevan a través del tiempo hasta la Edad Media.
Dentro del castillo hay varios puntos turísticos para visitar, pero lo que más llamó mi atención fueron las vistas panorámicas desde sus murallas hacia el resto del pueblo: simplemente espectaculares!
Más tarde descubrí una joya oculta dentro del castillo: ¡el museo literario José Saramago! Como amante fervoroso de la literatura me emocioné mucho al entrar y ver todas las exposiciones sobre este gran escritor portugués.
En este museo podrás encontrar sus manuscritos, objetos personales e incluso una exposición dedicada a la vida y obra de Fernando Pessoa. Además, el edificio que alberga el museo es en sí mismo un lugar lleno de historia: se trata del antiguo convento de São Francisco que fue transformado en Casa dos Estudantes do Império durante los años 50.
A través del recorrido por las habitaciones y espacios interiores, me encontré con varias citas literarias expuestas en las paredes del museo. Creo que fueron lo más disfrutable para mí!
Sin duda alguna Óbidos es un lugar mágico donde puedes sentirte transportado a otra época mientras exploras sus calles empedradas y monumentos históricos.
Si eres un viajero amante de la historia, la cultura y la literatura no te arrepentirás si decides hacer esta visita obligatoria a Óbidos. ¡Asegúrate de perderte por todas sus callejuelas medievales!